La narrativa breve de THOMAS WOLFE, leída como se puede hacer en este volumen, seguida y hasta el final, es incomparable e inclasificable, y sus cuentos reunidos constituyen un corpus titánico que contiene un universo único. Inabarcable -palabra que él utiliza tantas veces-, infinito, puro, virgen, salvaje y extraordinariamente humano. Con la traducción de Amelia Pérez de Villar -garantía de cuidado, exigencia y calidad- se agrupan, por primera vez en español, en la edición más exhaustiva no solo sus cuentos breves "El invierno de nuestro descontento" o "Chickamauga" sino también las narraciones más extensas "El muchacho perdido" o "No hay puerta" del escritor más químicamente puro que ha dado la literatura estadounidense, con casi sesenta textos inigualables. La trayectoria de THOMAS WOLFE, envuelto en una personalidad única, conflictiva y adictiva, estuvo marcada por su escritura desbordante, la relación indispensable con su editor y su muerte prematura con treinta y siete años. Un vendaval de literatura.