En esta novela Tolstoi hace un relato exhaustivo de la artificiosidad de la vida social rusa; cómo es y cómo pasa su tiempo la alta burguesía de la segunda mitad del siglo XIX. Paralelo a esta descripción, desarrolla tres historias de amor entrelazadas; de amores imposibles y pasiones descontroladas, de infidelidades y deshonor, en las que retrata maneras totalmente diferentes de forjar vínculos, de experimentar el amor. Por un lado nos cuenta la historia de Anna Karenina, Alexey Karenin y Vronsky; el vaivén de una mujer casada que se enamora de otro hombre más joven que su marido y, dispuesta a dar todo por ese amor, a pesar de las apariencias vive la relación siempre de una forma apasionada y de una intensidad tal que resultará agotadora, por otro lado Dolly y Oblonski son la clásica pareja felizmente casada en la que ella organiza el funcionamiento de la casa y cuida de los hijos mientras él, un anfitrión modelo, viaja, caza, asiste a fiestas y pasa su vida entre Moscú y Petersburgo derrochando dinero y siéndole infiel. Por último están Levin y Kitty, que aunque al principio tuvieran un desencuentro, terminarán siendo la única pareja completamente feliz