María del Carmen Velázquez Chávez, en su magnífico prólogo, analiza a conciencia la monumental obra de De Villaseñor, y además proporciona a los estudiosos el avance de las investigaciones hasta la fecha sobre la personalidad del autor. Como todas sus obras, este estudio puede servir de modelo a los futuros historiadores al enfrentarse al difícil problema de averiguar la verdad histórica.