Lo que este ensayo busca, es explicar las razones por las que los medios impresos marchan directo y sin escalas hacia el cementerio. También analizar cuál es el futuro del libro tradicional frente a la avalancha de libros electrónicos y bibliotecas digitales. Aunque afectados por el mismo cáncer, periódicos y libros no parecen compartir un idéntico destino. A estas alturas ya no queda ninguna duda: los periódicos tradicionales van a morir y dentro de muy poco tiempo el imperio informativo de papel será ceniza. Los libros sobrevivirán, pero acercándose cada vez más al estatus de objeto artesanal, paradójicamente, el mismo que ostetaban en la Edad Media, antes de Gutenberg.