El Principito es considerada una de las obras más representativas del siglo XX, más allá de su naturaleza entrañable, es una obra filosófica que versa sobre la naturaleza humana. Cada una de sus metáforas invitan a la profunda reflexión que nos recuerda que todo adulto fue niño una vez, que las rosas y las estrellas llegan a nuestra vida a transformarlas y que lo esencial es invisible a los ojos.