Suele creerse que las obras del Marqués de Sade pertenecen a la literatura erótica. El Marqués no es un autor erótico, porque no busca insinuar nada. Si queremos encontrar el erotismo en Sade habría que pensar en la figura del crimen. Diderot, contemporáneo del polémico autor, y también materialista y ateo, lo llamó ?un ateo aristocrático con cierto barniz de filósofo interesado solo en justificar sus excesos?. Lo cierto es que la obra de Sado anuncia la depravación de la cultura burguesa, muestra la doble cara de la moneda, denuncia aquellos que ocultos bajo la sotana, los más altos refinamientos y el poder también son carne, y carne cruda.