La herramienta ideal para desarrollar una ética del cuidado y afianzar en los niños los valores pluralistas propios de las sociedades avanzadas. Oímos hablar desde hace tiempo de una crisis de valores, acentuada por la pandemia sufrida en los últimos años. Valores que fueron sólidos y sobre los que se apoyó la educación, se han visto relegados a un segundo plano, dando paso a un individualismo y un relativismo a veces feroces. Para Jordi Nomen, referente ineludible en el campo de la filosofía para niños, ese tipo de afirmaciones no se corresponden con la realidad, ni en el ámbito de la familia ni en el de la escuela. La mayoría de padres y madres y educadores saben perfectamente que una "buena vida" sigue pasando por cultivar la bondad y el amor, aunque eso, en efecto, colisione a menudo con los nuevos modelos de éxito social y personal.