Todo comienza hace unos trescientos años. La fiebre de la lectura alcanza a las mujeres. Los hombres se burlan, después prevén el desastre.
¿Desencadenarán revoluciones los libros? Jane Austen considera que leer novelas hace a la mujer independiente. Madame Bovary devora literatura banal y comete adulterio. Virginia Woolf imprime sus propios libros. Marilyn Monroe lee a Joyce y deja que la fotografíen con un ejemplar en la mano. Y hoy en día la lectora toma por asalto el centro de poder de la literatura: el fenómeno de la fanficción da la vuelta al mundo.
Como afirma la librera Lola Larumbe Doral en el prólogo: «Las lectoras que aparecen en Mujeres y libros leen para vivir de otra manera, o viven de otra manera y por eso leen. Y porque leen, escriben. Y ésta es la primera transformación, la primera consecuencia de la lectura. Virginia Woolf dice que ?para leer bien un libro hay que leerlo como si uno lo estuviera escribiendo?».