Infancia, feminidad y negritud: desde luego, no se puede decir que sea una buena mano para andar jugándosela en un saloon de Deadwood. Cualquiera identificaría La Mano del Muerto, doble pareja de ases y ochos, y le dejaría la silla a Wild Bill Hickock o a otro de los legendarios ?hombres blancos? que, con el tiempo, llegarían a forjar la mitología secularizada del western.Pero a aquel niño, a aquella mujer y a aquel negro no les quedó otra que jugársela. Y se la jugaron, no una sino varias veces.La Verdadera Historia de Billy el Niño. El famoso Bandido que Sembró el Terror en Nuevo México, Arizona y el Norte de México, por Pat Garrett, Sheriff del Condado de Lincoln (Nuevo México) que persiguió al Niño y le dio Muerte.