Durante años, agachar la cabeza representó un sÃmbolo de sumisión, resignación y obediencia: ¡sÃ, señor! Pero ahora basta con ver a nuestro alrededor? en el mundo somos miles de millones de personas las que vivimos con las cabezas agachadas mientras usamos el celular. Empoderados con teléfono en mano, la era de las mordazas, el silencio y la resignación ha terminado. Hoy agachamos la cabeza y levantamos nuestra voz; hoy agachamos la cabeza y derrocamos gobiernos; hoy agachamos la cabeza e impulsamos leyes, organizamos protestas, luchamos por nuestros derechos, nos informamos y hacemos comunidades. Si la voz del pueblo estuvo amordazada durante tantos años, con la masificación del uso de los teléfonos móviles y las redes sociales, ésta se liberó con un furioso rugido que inició en el mundo un fenómeno global que aún está en sus albores: la revolución de las cabezas agachadas. De esta revolución trata este libro: de los grandes cambios sociales que se están viviendo en el mundo por distintas razones, pero que se han visto magnificados en buena medida por el uso de Internet y de los teléfonos inteligentes. Del derrumbamiento del antiguo orden y su sistema de control. De los peligros inherentes al uso de estos dispositivos y los riesgos que conllevan para la seguridad nacional, la seguridad pública y la estabilidad democrática, asà como de una serie de medidas para fomentar la ciudadanÃa digital y la ciberseguridad, que contribuyan a contener los peligros y a aprovechar al máximo los beneficios de estas tecnologÃas. El propósito último de esta obra es invitar a sus lectores a que, empoderados con celular en mano, agachen la cabeza y organicen su revolución.