Nunca el crimen de un compañero causó tanto dolor y despertó tanta indignación. Y nunca la noticia de que un periodista había sido asesinado en México llegó en cosa de horas a cientos de redacciones de América y de Europa. La solidaridad ha sido vital en la lucha por la justicia y ha sido clave el apoyo de los organismos nacionales e internacionales. También la unidad del gremio a partir de ese trágico 15 de mayo. Al tiempo que Javier caía abatido por las balas, se levantaba agigantado para rolar por el mundo.