Friedrich Katz, gran biógrafo de Villa, traza en la breve presentación a esta iconografía, un retrato del jefe de la División del Norte, desde su nacimiento en un rancho de Durango hasta su muerte por órdenes de Obregón y Calles. Como en los corridos que inmortalizaron al personaje, este retrato muestra a un hombre que se dejó arrastrar tanto por sus pasiones y espíritu aventurero como por el alto vuelo de los ideales de igualdad y justicia.