En {Las hojas muertas} una voz múltiple relata la trayectoria de un hombre cuyo principio fundamental en la vida fue luchar: de joven por causas que creyó, con razón, que beneficiarían a la humanidad; en la vejez, por causas que cree, sin razón, que sólo a él lo benefician. Libanés emigrado, niño vendedor de periódicos en una pequeña localidad de Estados Unidos, corresponsal en el Moscú de los años treinta, combatiente de la Brigada Lincoln en la Guerra Civil española, propietario de un hotel de la ciudad de México, el hombre que es el objeto y sujeto de esta narración es una de las encarnaciones de la historia contemporánea y, también, esa ardua figura: el padre.