En este ensayo, Luis Villoro examina las diversas representaciones de lo indígena en la conciencia mexicana. Tres momentos le sirven al autor para llevar a cabo su estudio: la conquista de América, con la correspondiente cosmovisión religiosa que los españoles aportaron al Nuevo Mundo; la culminación del racionalismo moderno en la ilustración del siglo XVIII y el cientismo del XIX, y el surgimiento del indigenismo contemporáneo como resultado de la nueva orientación de preocupación histórica y social. Publicada originalmente en 1950, esta obra forma parte de los esfuerzos del grupo Hiperión por construir una filosofía propiamente americana.