Esta novela es un vívido testimonio de la brutalidad y obcecación del hombre frente a la vida, a la naturaleza, al destino, y sirven como símil a tantos momentos que han caracterizado a nuestra historia contemporánea; también es una muestra de la reconocida destreza narrativa de Spota para atraer sin reparo, rotundamente, la curiosidad de sus lectores y manejar la anécdota a placer.