Para Anna, encontrar su voz fue la única manera posible de estar en el mundo. Nunca imaginó los efectos de su poesía sutil y afilada en tantas personas distintas. Ésta es la historia del torbellino de pasiones que desencadenó en cada una. Desde la envidia del hombre más poderoso y vengativo de su época hasta la atormentada admiración de la mujer encargada de vigilarla y delatarla. Desde la ciudad de San Petersburgo previa a la Revolución, como en un teatro de asombros, nos volvemos testigos de su relación compleja con los creadores de su tiempo y, sobre todo, con el poeta más reconocido de su generación, Nicolai Gumilyov, su primer esposo, asesinado en 1921, en uno de los primeros procesos masivos de inocentes planeados por Lenin y que se volverían recurrentes en los años del terror estalinista. Una década antes, ella misma nos cuenta su intensa y breve historia de amor, en París, con Amedeo Modigliani.
Novela collage, novela documental, expediente de hechos y rumores escritos con una poesía retenida en pequeñas hojas de corteza de abedul, como se hacía en el gulag. Una novela sobre el poder de las palabras.
La crítica ha dicho:
«En su prosa nítida y rápida, Alberto Ruy Sánchez relata historias complejas en las que la psicología individual se mezcla a la política colectiva, la literatura a la pasión por la justicia, la introspección del solitario a la sed de fraternidad, la duda a la creencia. Duelo entre la fe, que es amor a nuestros ídolos y a nuestros correligionarios, y el difícil amor a la verdad. [?] Ruy Sánchez no se limita a relatar: examina y desentraña.» Octavio Paz
«Aprecio en los libros de Ruy Sánchez la búsqueda de la forma necesaria para cada historia que cuenta. Es algo excepcional en tiempos donde se cultiva lo contrario y eso hace de él un escritor extramuros. [?] De sus relatos y ensayos hablamos con Susan Sontag, quien lo leyó y comentó atentamente, con Luce López Baralt y Severo Sarduy, que escribieron sobre él, con Octavio Paz, ampliamente, y todos coincidimos en esa apasionada singularidad.» Juan Goytisolo
«Alberto Ruy Sánchez devuelve el ensayo a la narración y el relato a la biografía. Incluso cuando dedica su tiempo a leer a los rusos victimados o disidentes, lo hace con la misma atención al lector que lo acompaña; después de todo, los autoritarismos y fundamentalismos son monologantes y nos niegan el turno de la palabra.» Julio Ortega