En 1932, Alfonso Reyes veía en el mundo "un paulatino advenimiento al poder de las clases universitarias". Y así fue en México, donde la oligarquía revolucionaria cedió voluntariamente el poder a una nueva oligarquía universitaria. Para 1987, según el Diccionario biográfico del gobierno mexicano, de los 1,156 funcionarios más altos del poder ejecutivo, el 98% tenía licenciaturas (más de la mitad en la UNAM) y el 48% postgrados (más de la mitad en el extranjero). El 70% tenía experiencia académica (docencia, investigación) y el 30% había publicado libros. "Veblen intuyó que las diferencias económicas eran mucho menos radicales que las establecidas con base en la educación. Y en nuestro tiempo han sido Bourdieu y Sennett, Illich y Zaid quienes han argumentado que la teórica accesibilidad de todos al saber y la cultura tendía más a reforzar las diferencias de origen y de clase que a compensarlas." Xavier Rubert de Ventós, El laberinto de la hispanidad Del material de este libro (corregido y aumentado para esta nueva edición) se han publicado glosas, reproducciones, traducciones, comentarios, réplicas y referencias en un centenar de libros y varios centenares de artículos publicados en Berlín, Bogotá, Buenos Aires, Londres, Los Ángeles, Madrid, México, Milán, Nueva York, París, Roma, Sâo Paulo, Washington y otras partes.