Vladimir Nabokov, exiliado de su país y con pocas esperanzas de regresar algún día, estaba capacitado como nadie para introducir a sus alumnos en la obra de los grandes maestros rusos, de Gógol y Turguéniev a Tolstói, Gorki, Dostoyevski o Chéjov. Esas lecciones apasionadas y polémicas, reconstruidas por Fredson Bowers a partir de los apuntes del escritor, son una ocasión única para asistir a sus clases y releer a fondo la literatura rusa del siglo XIX. rn