Los acontecimientos sociales existen sólo en la medida en que los medios de comunicación masiva los constituyan como tales. En torno de esta cuestión central se desenvuelve el presente ensayo en el que Eliseo Verón examina con meticulosidad el caudaloso flujo de información que se produjo en Francia con motivo del accidente nuclear de Harrisburg.
El sagrado "principio de la objetividad" actuá como un eje de la representación del mundo a la que dicen adherir los medios de comunicación. Sin embargo, este grave incidente que puso -¿o no fue así?- al borde de un desastre ecológico la vida de decenas de miles de personas, desbordó los límites naturales que se impone la información de masas. Como "hecho", este incidente puso en entredicho la legitimidad del discurso de la información.
A partir de un riguroso examen de los medios franceses, Eliseo Verón muestra hasta qué punto los medios masivos de comunicación se han convertido en el lugar en que nuestras sociedades industrializadas producen nuestra realidad.rn