nttttt u00bfQuién dijo que el tan cacareado erotismo chino no existía, que era tan sólo un mito, una falaciau00a0? Pues bien, el erotismo chino existe, y no sólo ligado a las creencias y prácticas religiosas u2014como ya lo demostraba la novela La alfombrilla de los goces y de los rezos (La sonrisa vertical 77)u2014, sino que disfrutó indudablemente de muy buena salud y de una exuberante carnalidad. u00a0 Así, los tres relatos que ahora publicamos u2014naturalmente de autor anónimo, como era costumbre en la épocau2014 sorprenderán agradablemente al lector por la atmósfera de gozosa lujuria que transmiten, por el destacado papel que desempeñan las mujeres en estas lides y, en fin, por el detalle con que se narran los encuentros amorosos. Escritos a lo largo de la dinastía Ming (siglo XVII), aunque inspirados en textos y leyendas anteriores, los tres conocieron una gran popularidad en China, como lo corrobora su frecuente mención en las listas de libros proscritos por obscenidad. u00a0 El primero de los relatos, u00abBella de candoru00bb, narra la vida de una hermosa joven a la que su primer amante le regala unas píldoras mágicas que le permitirán recobrar la virginidad cuando ella lo desee, además de instruirla en el arte de alcanzar la inmortalidad mediante la práctica sexualu00a0; con la complicidad de Flor de Loto u2014fiel sirvienta tan lujuriosa como su amau2014, planeará mil y una estrategias para conseguir a los hombres que anhela sin perder nunca su dignidad de gran señora. Insaciable en su deseo, no deja descanso a la imaginación, alcanzando las más altas cimas del placer. Muy distinta es la u00abHistoria de una mujer viciosau00bb, donde la bella protagonista, ya anciana, toma la palabra para contar sus primeros pasos en el arte amatorio y posterior ardor con el que, hasta que no es descubierta por su marido, se entrega fatalmente a todos los hombres a los que tiene acceso en su encerrada vida de esposa. Por último, acercándonos a un ambiente cortesano, u00abBiografía de la emperatriz Wu y del príncipe Idoineu00bb describe la encendida pasión que unió a dos personas de edad y estrato social muy distintosu00a0: la madura y rica emperatriz Wu Zetian (que vivió en los años 625-705 y fue la única mujer que gobernó China) y el joven sencillo pero culto Aocao, nombrado príncipe de Idoine por la emperatriz. El secretou00a0: un atributo muy especial que poseía Idoine y que sólo la emperatriz supo apreciar (y disfrutar) debidamente. ntttt
