Hoy Juan José no tiene nada que hacer porque el cable de la tirolina se rompió, el cable en el que se sube cada día para ir a la escuela, al otro lado del río, desde que una crecida se llevó el puente. Juan José cierra los ojos, pero sigue despierto, porque quiere soñar, y es que ha aprendido a soñar despierto, porque despierto uno sabe lo que sueña, uno puede soñar lo que quiere y no lo que quieren los sueños, o el miedo, o el trasnocho. Inspirado en una historia real de Venezuela, este álbum nos invita a reflexionar sobre la riqueza y la pobreza, la burla y la superación, la capacidad de soñar despierto y de celebrar.