El ajolote ha despertado el interés constante de gente muy diversa: se ha concebido mitológicamente, comido por placer y usado como remedio; habita en la oscuridad del agua, quizás con discreción, pero es quintaesencial para la cultura del valle de México. Se ha venerado como fetiche y ha sido la musa involuntaria de toda clase de artistas en gran parte del mundo. Y biológicamente es enigmático, tanto para científicos como para aficionados; por ejemplo: toda salamandra, en su etapa joven, fue un ajolote, pero el que aquí nos ocupa, el ambystoma mexicanum, el ajolote de Xochimilco, no madura, nunca deja de ser "niño" y aun así puede reproducirse. Por si fuera poco también puede regenerar su cuerpo; vamos, si le cortan una pata: la repone. Se trata de un fenómeno biológico -tristemente en peligro de extinción- que sólo existe en el valle de México. Este libro explora sus características y forma de ser.