"Cristina Rascón no se conforma y su poder de obsrevación es doblemente incisivo, no sólo porque aborda los rostros de la miseria y crueldad humana, sino porque penetra en el temor o las ilusiones de los seres indefensos. El escenario es siempre la frontera, la posibilidad de una utopía que no se cumplirá... Estas historias son de una sola pieza, sin fisuras y rodeos inútiles; narradas por una voz firme, pero también sensible; son relatos que aumentan en los lectores el sentimiento de desasosiego, señal de que la literatura es más que un juego de signos."rn